Desde hoy, 3 de julio, y hasta el día 22, los espectadores que visiten el Teatro Real de Madrid podrán disfrutar de la ópera ‘Turandot’, de Giacomo Puccini. Será la última ópera del compositor italiano, y el cierre de la temporada 22-23 del Teatro Real.
El espectáculo que vuelve a Madrid tiene un detalle muy característico: una solemnidad no apta para todos los públicos. Durante el desarrollo de la ópera, los cantantes casi ni se mueven, viéndose obligados a expresar y llegar al público a través de su voz.
El director de escena, Robert Wilson, cuenta la historia de la princesa Turandot recurriendo a la contraluz, las máscaras y los movimientos ceremoniales. Todos estos elementos ayudan a narrar esta obra difícil de interpretar.
Es una producción del Teatro Real en coproducción con el Teatro Nacional de Lituania, la Canadian Opera Company de Toronto, la Houston Grand Opera y la Opéra National de París. Tiene una duración de 2 horas y media aproximadamente, y las entradas ya están a la venta en la página web del Teatro Real.
La trama de la ópera ‘Turandot’
La trama de Turandot se desarrolla en una misteriosa y legendaria Pekín. La princesa propone a sus pretendientes un desafío: resolver tres enigmas. En el caso de que lo logren, también conseguirán su corazón. Si no, morirán.
El príncipe Calaf se enamora locamente de ella, un amor a primera vista, y acepta el desafío. Las emociones llegan al clímax cuando príncipe y princesa se enfrentan en un duelo musical, a la vez que emocional. Amor, pasión y sacrificio se mezclan en un camino destinado a conquistar el gélido corazón de Turandot.
Esta ópera es considerada la obra maestra de Giacomo Puccini. Consigue transportar al público a un mundo de fantasía, basado en una concepción occidental de China. La puesta en escena también sumerge al espectador, con especial importancia en la luz, la línea y el color, desde el principio hasta el final.
