Una nueva investigación revela que, aunque el Rey Arturo y los Caballeros de la Mesa Redonda han ganado fama mundial, la mayoría de las historias en manuscritos de héroes o caballeros medievales inglesas se han perdido. En cambio, más de tres cuartas partes de estos relatos en islandés e irlandés han sobrevivido hasta el presente, lo que sugiere que los ecosistemas insulares ayudaron a preservar la cultura.
Un equipo internacional de investigación, del que forman parte expertos de la Universidad de Oxford (Reino Unido), ha aplicado modelos estadísticos utilizados en ecología para estimar la pérdida y supervivencia de relatos de ficción heroica y caballeresca de distintas lenguas de Europa: irlandés, islandés, inglés, francés, holandés y alemán. Este enfoque ecológico ofrece una nueva perspectiva sobre la pérdida del patrimonio cultural. Los resultados se publican en la revista Science.
El trabajo distingue entre las obras –diferentes historias de la Edad Media– y las copias –los libros manuscritos en los que se transmitían las obras–, según explica a SINC Daniel Sawyer, investigador Fitzjames de Literatura Inglesa Medieval en el Merton College de Oxford y uno de los autores del estudio.
Manuscritos medievales y ecología
«Calculamos que más del 90 % de los manuscritos medievales que conservan relatos de caballeros y héroes se han perdido. Además, hemos podido estimar que alrededor del 32 % de estas obras de la Edad Media han desaparecido a lo largo de los siglos». Afirma Katarzyna Anna Kapitan, filóloga especializada en nórdico antiguo e investigadora junior en el Linacre College de Oxford.
«Esto se debe a que una obra puede existir en múltiples copias, lo que le da numerosas oportunidades de sobrevivir hasta nuestros días. En cambio, cada copia es única, por lo que es de esperar que la tasa de pérdida de las copias sea mayor que la de las obras», aclara Sawyer.
Un problema habitual en ecología es que las observaciones ecológicas son incompletas. Los ecólogos pueden observar un ecosistema durante un periodo de tiempo concreto y anotar las especies que avistan, así como el número total de estas. Sin embargo, es común que algunas no sean registradas, ya que son raras o difíciles de ver, como los leopardos de las nieves.
«Para hacer frente a este problema, [los ecólogos] han inventado métodos estadísticos para modelizar las especies no vistas», indica el experto.
El equipo utilizó estos ‘modelos de especies no vistas’ procedentes de la ecología para medir la pérdida de relatos de la Europa medieval. Entre ellos los romances sobre el Rey Arturo, o las leyendas sobre Sigurd el cazador de dragones o sobre Ragnar lóðbrok. Las estimaciones de pérdida y supervivencia que obtuvieron son compatibles con las escasas evidencias históricas.
«En el modelo de especies no vistas que aplicamos a los datos, las obras equivalen a especies de animales. Mientras, las copias individuales corresponden a avistamientos de animales», señala Sawyer.
Conservación de las obras y los manuscritos
El trabajo reveló diferencias significativas en las tasas de supervivencia de las obras y manuscritos medievales en distintas lenguas. La tradición irlandesa de ficción narrativa medieval es la que mejor se conserva, mientras que las obras en inglés sufrieron las pérdidas más graves.
El equipo calculó que alrededor del 81 % de los romances y cuentos de aventuras medievales irlandeses sobreviven en la actualidad. Este dato contrasta en comparación con solo el 38 % de las obras similares en inglés. Asimismo, los resultados sugieren que se conserva alrededor del 19 % de los libros manuscritos irlandeses medievales, frente al 7 % de los ejemplos ingleses.
«Hemos encontrado tasas de supervivencia estimadas notablemente bajas para la ficción medieval en inglés. Podríamos culpar a la disolución de los monasterios bajo el reinado de Enrique VIII, lo que dispersó muchas bibliotecas. Sin embargo, las historias heroicas en inglés rara vez aparecen en los catálogos de las bibliotecas de los monasterios y los conventos en primer lugar», afirma Sawyer.
El escaso prestigio de la lengua inglesa, una posible causa
Otra posible explicación podría encontrarse en el escaso prestigio de la lengua inglesa durante este periodo. Según el experto «Hoy en día, el inglés se aprende como segunda lengua en todo el mundo. No ocurría así durante la Edad Media, donde tenía poca importancia internacional. Después de la conquista normanda, en particular, el francés fue importante en Inglaterra como lengua internacional de poder y cultura, y la corona inglesa poseía partes de lo que hoy es Francia».
«De hecho, si añadimos la ficción escrita en francés normando en Inglaterra a las muestras en inglés, la tasa de supervivencia de estas se parece más a la de otras lenguas. Esto revela la importancia del francés normando para la cultura inglesa y sugiere que las historias heroicas en francés normando y en inglés formaban una tradición conectada», añade el experto.
Por otro lado, Kapitan explica que el panorama es muy diferente en el caso de Islandia. Dice el investigador, «hoy conocemos alrededor de tres de cada cuatro romances y cuentos de aventuras islandeses medievales (el 77 %). No obstante, solo uno de cada seis manuscritos medievales que conservan estas obras (el 17 %)».
Similitudes con la ecología
Los autores identifican la ‘uniformidad’ de la producción cultural como un factor que puede afectar a la supervivencia de los artefactos antiguos. Explica Sawyer que «una tradición tiene una distribución más desigual de la producción cultural cuando solo unas pocas obras se copian muchas veces, mientras que las demás se repiten pocas veces. Una distribución cultural desigual es como un ecosistema en el que una o dos especies son muy comunes, y muchas otras son bastante raras».
«Tanto los patrones desiguales de especies como de obras literarias parecen ser más vulnerables a amenazas, como los incendios», destaca.
El trabajo ha revelado interesantes similitudes entre las muestras islandesas e irlandesas. Indica la filóloga que «ambas tienen altas tasas de supervivencia de obras y manuscritos medievales, y también ‘perfiles de uniformidad’ muy similares. Esto significa que el número medio de manuscritos que conservan obras medievales está distribuido de forma más uniforme que en otras tradiciones que hemos examinado».
Según señala la experta, estas similitudes entre Islandia e Irlanda podrían deberse a la persistencia de la tradición de copiar textos literarios a mano mucho después de la invención de la imprenta. Asimismo, «el tamaño de Inglaterra y sus estrechos vínculos con el continente podrían explicar por qué las muestras inglesas no presentan la uniformidad encontrada en las distribuciones insulares de los relatos en Islandia e Irlanda», apunta Sawyer.
Estos hallazgos ponen de manifiesto que el patrimonio también se encuentra amenazado por el cambio climático. El investigador concluye que «la humanidad debe reflexionar cuidadosamente sobre cómo registrar y preservar la cultura de todo tipo, en todo el mundo, a medida que el nivel del mar sube y los fenómenos meteorológicos extremos se hacen más frecuentes».
Fuente: Agencia SINC (cc)