Al igual que estos tres lugares, miles de sitios patrimoniales construidos por el hombre se enfrentan a fenómenos climáticos cada vez más intensos, subidas progresivas del nivel del mar u olas de calor sucesivas. Según los datos climáticos, es posible que algunos sitios patrimoniales desaparezcan incluso antes de ser descubiertos.
En la actualidad, los científicos, los gestores culturales y los legisladores tienen cada vez más en cuenta los datos climáticos para conseguir que nuestro pasado sea más resiliente al futuro.
Las amenazas extremas no dejan de aumentar
“Hay varios impactos del cambio climático que son muy preocupantes”, dice el Dr. Adam Markham, director adjunto del Programa de Clima y Energía de la Union of Concerned Scientists (“Unión de Científicos Preocupados”). Las inundaciones de gran envergadura podrían afectar a más del 10 % de unos 1200 sitios del Patrimonio Mundial de la UNESCO de aquí a finales de siglo, según revelan estudios recientes de datos climáticos. Además, la sumersión y la erosión costera podrían afectar a casi todos los sitios patrimoniales de la UNESCO de la costa mediterránea.
“Los eventos extremos y progresivos relacionados con el ciclo del agua tendrán un gran impacto en el patrimonio”, afirma la profesora Cristina Sabbioni, investigadora sénior del Instituto de Ciencias de la Atmósfera y del Clima (ISAC, por sus siglas en inglés) en Italia.
“La degradación y la erosión causadas por las precipitaciones podrían afectar incluso a los materiales más resistentes, incluido el mármol. Nuestra predicción es que habrá un aumento de la degradación en Europa Central y del Norte, en los Alpes italianos y en el norte de España”.
El aumento de la humedad del aire en el futuro podría causar también un incremento de la cristalización de la sal marina en la atmósfera, un fenómeno que, según la profesora Sabbioni, podría dañar todo tipo de materiales y superficies: “Hemos constatado un aumento de la cristalización en toda Europa”.
La subida del nivel del mar es una amenaza para el patrimonio de la región mediterránea, entre otras. “Ciudades como Rávena en Italia o Arlés en Francia se verán amenazadas en el futuro”, dice el Dr. Markham. “El mar está deteriorando los vestigios de Grecia y Roma que hay en la isla de Delos. Esto se debe a que el aumento progresivo del nivel del mar los impacta desde abajo”.
Datos climáticos sutiles e intensos
Antes de finales de siglo, Venecia, que lleva décadas sufriendo el impacto de una combinación de la subida del nivel del mar y el descenso del subsuelo, podría experimentar una subida del nivel del agua de entre 11 y 110 centímetros. Es posible que el sistema MOSE, que cuenta con 78 compuertas para proteger la ciudad de las inundaciones, no baste para controlar una subida del nivel del agua superior a 60 centímetros.
En el hemisferio norte, es probable que los huracanes se intensifiquen debido al calentamiento de los océanos. Ello aumentará la fuerza del viento y provocará marejadas ciclónicas más graves a causa de la subida del nivel del mar. Estos fenómenos podrían aumentar la vulnerabilidad del patrimonio cultural. No es la primera vez que los huracanes deterioran sitios patrimoniales. En 2012, el huracán Sandy dañó la Estatua de la Libertad y la Isla Ellis, causando pérdidas de 100 millones de dólares.
Otros cambios climáticos más sutiles, como el aumento de las temperaturas y el cambio de los patrones de lluvia también podrían afectar sus estructuras. En las regiones del norte, el deshielo del permafrost (la capa de subsuelo congelada permanentemente) podría desestabilizar los edificios, sus bases y otras infraestructuras.
Los incendios son otro motivo de preocupación, explica el Dr. Markham. “En muchas partes del mundo, entre ellas la región mediterránea, Australia, Norteamérica y Sudáfrica, hay un aumento de los incendios. En EE. UU., la temporada de incendios dura cinco o seis semanas más que hace 50 años, y los incendios hay aumentado en alcance e intensidad”.
Proteger lo que aún no se ha descubierto
El patrimonio no se compone únicamente de edificios y estatuas. En la región ártica, que se está calentando dos veces más rápido que el resto del planeta, más de 180 000 sitios arqueológicos podrían verse amenazados por el deshielo y el calentamiento del suelo. “Esto aumenta la degradación”, explica el Dr. Markham, “ya que la actividad bacteriana consume más material orgánico subterráneo.
La pérdida de hielo en el océano Glacial Ártico, un hielo que protege la orilla de las tormentas de invierno, también contribuye a la erosión en esos sitios. Estamos perdiendo arqueología que aún no hemos visto ni descubierto.
“Hay un vínculo estrecho entre la temperatura y la preservación”, explica el Dr. Jorgen, un investigador sénior del Museo Nacional de Dinamarca que ha trabajado en Groenlandia para analizar el impacto del deshielo del permafrost en las estructuras arqueológicas.
“Las temperaturas actuales de Groenlandia son entre 3 y 5 ºC más altas que la media histórica. Al mismo tiempo, el suelo se está secando. Cuanto más se seca el suelo, más oxígeno pasa al subsuelo, lo que provoca un aumento de la actividad bacteriana. Pero, a diferencia de los efectos de la erosión costera y las tormentas, los impactos de la degradación microbiana pueden tardar décadas en notarse”.
Datos climáticos para la protección del patrimonio
Con el fin de ayudar a los profesionales a entender esos posibles daños, los científicos han aumentado sus esfuerzos para obtener los datos climáticos que necesitan los gestores de patrimonio cultural, los legisladores y las autoridades. “Hay una demanda de datos enorme”, dice Stijn Vermoote, director de fidelización de usuarios en el Servicio Copernicus del Centro Europeo de Previsiones Meteorológicas a Plazo Medio (CEPMPM).
“Hay muchas preguntas sobre el patrimonio y sobre cómo puede verse impactado por el cambio climático y la composición atmosférica. A nivel internacional, la UNESCO quiere datos de referencia que todo el mundo pueda usar. Mientras, los gestores de patrimonio pueden necesitar aplicaciones adaptadas a sitios concretos”. El CEPMPM crea vínculos entre los consultores locales y los institutos de investigación para ayudar a interpretar datos climáticos que después puedan transmitirse a otros usuarios.
Según Vermoote, los datos utilizados para otras actividades relacionadas con el clima pueden usarse fácilmente en relación con el patrimonio cultural. El Servicio de Cambio Climático de Copernicus (C3S) proporciona datos pasados y proyecciones futuras sobre la subida del nivel del mar y sobre los riesgos de eventos extremos e inundaciones relámpago. También sobre como los factores impactan de una manera más indirecta el patrimonio cultural y natural, tales como la cobertura y la humedad del suelo.
Prevenir mediante la tecnología y los datos climáticos
Usando estudios basados en datos del CS3 sobre el impacto de las tormentas y las marejadas ciclónicas en Dublín, se podría reducir el riesgo de desastre para el Patrimonio Mundial de la UNESCO en esa zona. Los gestores de patrimonio también pueden usar datos del Servicio de Monitorización de la Atmósfera Copernicus (CAMS).
Datos climáticos sobre la composición atmosférica, las deposiciones geológicas y los incendios. De estos podría extraerse información útil para conservar y proteger los ambientes que se han construido. Asimismo, también se puede comprender hasta qué punto afectan a los edificios la lluvia ácida o el hollín procedente del tráfico.
En Atenas, Copernicus ha colaborado con la Academia de Atenas para desarrollar DiscovAir, una aplicación que pueden usar los turistas para obtener información en tiempo real sobre alérgenos, niveles de ozono y radiación UV, entre otras cosas. “Más adelante, esto podría usarse también en otros sitios patrimoniales”, dice Vermoote.
La Dra. Bonazza explica que se está preparando una plataforma SIG en línea que ofrecerá proyecciones futuras de los impactos del cambio climático en el patrimonio. “Usamos datos obtenidos por satélite, facilitados principalmente por el C3S y el CAMS, para realizar evaluaciones de riesgo. También estamos creando una herramienta de apoyo a la toma de decisiones que ayudará a los responsables a evaluar la vulnerabilidad de sitios patrimoniales específicos”.
Fuente: Euronews.