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El Museo Carmen Thyssen Málaga programa «Ensayo – Error», una instalación audiovisual y participativa

Dirigida a un público general, se podrá visitar entre el 12 de septiembre y el 13 de octubre en la Sala Noble del edificio, en horario de 10:00 a 20:00.

El Museo Carmen Thyssen Málaga ha programado una nueva instatalación audiovisual y participativa en uno de sus espacios. Esta es una de las primeras actividades que ha lanzado el museo malagueño tras la vuelta de las vacaciones para reforzar su oferta cultural. Según informa la institución, el objetivo es ensanchar el vínculo entre el ensayo, la equivocación y la reflexión y el aprendizaje. «Los procesos de aprendizaje, como los artísticos, son una danza entre el ensayo y el error. A lo largo de estos años, ensayar y equivocarse para volver sobre la propuesta y reinventarla ha sido una manera de crecer e ir construyendo, desde la reflexión, nuestro vínculo con la ciudad».  

Para hacerlo posible, desde el Museo Carmen Thyssen Málaga se ha propuesto «Ensayo – Error». Esta iniciativa en forma de instalación se desarrolla con una perspectiva participativa. De hecho, se ha contado con la participación del tejido artístico de Málaga, especialmente vivo en lo que concierne a la danza contemporánea. Dos de los protagonistas son la videógrafa Yolanda Montiel y al músico Daniel Blacksmith. Con ellos, se ha elaborado un site specific participativo para reflexionar sobre el error y considerar su energía generadora en los procesos de creación y aprendizaje.  Además, desde la entidad se ha querido dar un especial reconocimiento a algunas personalidades. Entre ellas, Ximena Carnevale, Mª del Mar Suárez (La Chachi), Lula Amir y Olga Magaña. Todas han aceptado el reto de formar parte del proceso, investigar, compartir, ensayar y equivocarse con nosotras.

La danza y el movimiento como herramienta

Con estas propuestas artísticas, se pretende responder a ciertos estándares de calidad. Sin embargo, «lo que nos diferencia, no es sólo lo que hacemos sino cómo lo hacemos. En este sentido, ponemos especial atención en los procedimientos y acompañamos las acciones de forma respetuosa con la creación libre, tanto la de los artistas como la de los públicos», afirman.
                                           
En definitiva, la danza se utiliza como una heramienta. «La disciplina del cuerpo en movimiento nos sirve aquí para hablar de esos procesos de aprendizaje que suceden de forma paralela a la creación, que ya son la creación, y que nos permiten captar visualmente conceptos como el “error”, el esfuerzo, la repetición, la evolución, la concentración, el intención, el juego… » , concluyen.

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