Historia

La cuna de la naranja en Valencia, mucho más que fruta

La Ribera del Xúquer, al sur de la ciudad de València, está considerada como la cuna de la naranja. Desde mediados del siglo XIX y hasta hoy, su territorio es una de las mayores extensiones de producción de naranjas del mundo.

El sabor de las naranjas de la Ribera del Xúquer ha llegado a todos los rincones del planeta, no sólo a través de frutos, sino también por ser parte esencial de populares refrescos como Schweppes, Trina, La Casera, Sunny Delight, Orangina u Oasis.

Cuna de la naranja

Desde mediados del siglo XIX, la comarca valenciana de la Ribera del Xúquer se convirtió en la mayor zona de exportación de naranjas del mundo. En Carcaixent, concretamente nació la conocida expresión «bressol de la taronja» (cuna de la naranja en valenciano) y su esplendor fue tal que toda la economía se desarrolló en torno a los cítricos.

Imagen de los huertos de naranjas en la Ribera del Xúquer. Foto: ComunitatValenciana.com

La riqueza creada dio como resultado un rico patrimonio en muchos aspectos: paisajístico, agrícola, arquitectónico o ingenieril. Se debe destacar el conjunto de edificios modernistas conservados en las viviendas, huertos, almacenes y sedes de entidades situadas en las localidades de Carcaixent, Alzira, Algemesí, Castelló, Sueca… Aunque en realidad está presente en todas las poblaciones.

Su importancia fue tal que, en estas tierras se inauguró el Tram-way o tranvía de vía estrecha más antiguo de España, el Carcaixent-Dénia, destinado a conectar las zonas de producción de naranja con los cercanos puertos de Gandia y Dénia.

El Almacén de Ribera, en Carcaixent es uno de los mejores ejemplos de arquitectura agroindustrial modernista de la zona. Foto: Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación

Tras el bloqueo generado por la Guerra Civil y la complicada postguerra, la producción y las exportaciones superaron las de las décadas precedentes. Esta situación se debió a la industrialización del campo que permitió crear nuevas tierras de cultivo. Además, también favoreció la implantación de nuevas industrias relacionadas con los cítricos, como plantas de procesado y refrescos, nuevos transportes, etc.

Del Trinaranjus a los concentrados

Una de estas empresas relacionadas con los cítricos que surgió a mediados del siglo XX fue Citresa, concretamente en 1947. Está ubicada en Carcaixent y, en 2024, cumple su 75 aniversario. En sus inicios, su producción comprendía todo el proceso de elaboración de refrescos. Por ello, contaba con dos líneas diferenciadas. Por una parte, la de concentrados de frutas a base de cítricos, como la naranja, el limón, el pomelo o la mandarina. Por otra, la línea de embotellado, donde trabajaban principalmente las mujeres, muchas de la propia localidad.

Selección de botellas históricas de Trinaranjus. Foto: Manuel Carreres

En esta planta nacieron y se elaboraron durante décadas los refrescos de marcas tan icónicas como Trinaranjus (posteriormente, Trina), Vida o Schweppes. Esta última tras la adquisición de la factoría por el grupo Cadbury-Schweppes en 1974. En la actualidad, la línea de embotellado ha desaparecido, centrándose su producción en la elaboración de concentrados en exclusiva.

La materia prima empleada en estos concentrados proviene de las extensiones de campo valencianos, principalmente de las grandes zonas productivas de la propia Ribera del Xúquer y de la Plana de Castellón. De hecho, uno de los mayores proveedores se encuentra en la localidad vecina de Rafelguaraf. En total, se procesan alrededor de 18.000 toneladas de frutas.

Zona de exprimido de la fruta en el interior de citresa. Foto: Suntory

Tras la elaboración de concentrados, el producto se exporta para la elaboración de refrescos en más de 40 países. Las plantas del grupo Suntory, de la cual forma parte Citresa desde 2009, ubicadas en España y Francia, son los principales destinatarios.

Mostrando la historia

La historia de la fábrica se puede encontrar en una pequeña colección museográfica situada en el interior del edificio. En ella se encuentran expuestos diversos objetos conservados a lo largo de estos 75 años. Entre ellos se deben destacar la muestra de botellas originales de Trinaranjus; una mesa de exprimido de frutas, de los orígenes de la fábrica, o prensas de fruta y exprimidores mecánicos de los años 70. A la sala también se encuentran fotografías históricas que muestran diferentes momentos de la planta.

Interior de la colección museográfica, en citresa. Foto: Manuel Carreres

Concentrado de frutas, base para los refrescos

Aunque el 95% de la composición de los refrescos actuales es el agua, aquello que le aporta los toques de sabor y los diferencia del resto es el concentrado de frutas. Este elemento es un producto que se obtiene al eliminar la mayor parte del agua del zumo de frutas, dejando un producto más denso y concentrado en sabor.

Foto: Ajuntament de Carcaixent

Este proceso de concentración generalmente implica la eliminación del agua mediante evaporación al vacío, lo que permite conservar los sabores naturales y los nutrientes presentes en el zumo original. El concentrado resultante es más fácil de transportar y almacenar que el zumo fresco, y puede ser reconstituido agregando agua antes de su consumo.

De hecho, es habitual que los concentrados de frutas se elaboren en un lugar distinto al que se producen los refrescos que pasarán al mercado. Así, por ejemplo, Suntory Beverage & Food Spain elabora los concentrados empleados en las marcas como Schweppes, Trina o La Casera, en Carcaixent, pero su planta de refrescos está ubicada en Toledo.

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