El Museo Nacional de Bellas Artes de Chile (MNBA) ha informado de una nueva exposición. Naturalezas muertas, fotografías y grabados de artículos domésticos, objetos escultóricos de formas indefinibles, ensambles de objetos en desuso y variantes del ready-made, conforman esta muestra. La exposición «¿Simplemente Cosas?» propone un recorrido en torno a la representación y apropiación de objetos de diversa índole por las prácticas de las artes visuales en Chile, a través de las obras de 69 autores, que abarcan el período comprendido entre fines del XIX y principios del siglo XXI.
«La exposición «¿Simplemente Cosas?» explora la colección del MNBA con la vista puesta en la representación de objetos domésticos y cotidianos, muchas veces modestos, que desde hace mucho ha interesado a los artistas. Este ejercicio permite no solo contemplar piezas muy hermosas, sino también algunos flancos menos conocidos de la colección. Creemos que el público va a valorar este esfuerzo y va a gozar la selección ofrecida por «¿Simplemente Cosas?”», destaca Fernando Pérez, director del MNBA.
«La exposición intenta abrir la pregunta por el misterio que suscita la pura y simple presencia de los objetos. Apela a esa vivencia universal e inesperada de ver con extrañeza lo que habitualmente nos rodea, como si fuera por primera vez. El conjunto de obras ofrece la oportunidad de experimentar y reflexionar acerca de la existencia misma en lo nimio de las cosas» , explica Paula Honorato.
Las obras se organizan en diferentes grupos
«¿Simplemente Cosas?» organiza las obras en los siguientes grupos: Dibujos y grabados de objetos; Fotografías de cosas; Representaciones de objetos inanimados; Pinturas de cosas entre la vida y la muerte; Objetos creados por la escultura y Objetos apropiados e intervenidos.
Esta selección de obras da cuenta del cultivo generalizado del género de la naturaleza muerta en el campo chileno del arte. Las pinturas con bodegones, libros, motivos florales y frutales hacen aparición en nuestro país desde el siglo XIX, en la producción de los más destacados artistas. Una vez avanzado el siglo XX, se suman motivos que escenifican la presencia de los objetos domésticos del consumo en masa. Aunque el género suele ser cultivado en el contexto de los procesos de formación artística,
hay autores que optaron específicamente por producir abundantes obras en esta línea, como Juan Francisco González, Aurora Mira o Julio Ortiz de Zárate, entre otros; quienes encontraron la belleza en las cosas simples y convirtieron esos motivos en la razón de sus cuadros.
La síntesis de las formas, la utilización de colores planos o la fuerza del gesto y la mancha, se pueden apreciar en las creaciones de los artistas de la primera mitad del siglo XX que abordaron las propuestas de la pintura moderna, como Luis Vargas Rosas o Inés Puyó. También se incluyen los grabados de Nemesio Antúnez con manteles cuadriculados, las sandías de Roser Bru y las sillas de Pilar Domínguez, que relevan una tradición del grabado centrada en el dibujo y en la simpleza de la realidad cotidiana.
La escultura, también presente en la exposición «¿Simplemente Cosas?»
Por su parte, la escultura ha aportado a este género la creación de nuevos objetos artísticos, que plantean una reflexión sobre la disciplina en sí e incorporan nuevas formas de producir obra. Por ejemplo, en lugar de esculpir la piedra o la madera, o de modelar para el metal fundido, experimentan la maleabilidad o el ensamble de materiales, como en las obras de Abraham Freifeld o Julio Quiroz, respectivamente. Pablo Rivera, en cambio, radicaliza la práctica de lo escultórico, colocando el énfasis en las relaciones con el espectador que se dan el espacio institucional del arte, más que en la producción de un objeto.
La crítica a la representación en el arte se ejerce en pintura y escultura con la incorporación de objetos de la realidad misma. Esta es la estrategia que utiliza Francisco Brugnoli en El Salvador (1970), obra conformada por un overol montado sobre planchas de zinc. En tanto que el escultor Alejandro Reed, en su obra Ejecutor (1978), incorpora un arma y un walkie talkie, junto a una silueta esbozada en un trozo de madera. En esta línea de trabajo, la muestra incluye la instalación Apuntes (1980) de Humberto Nilo; ¡Y tú tan solo, Ezra Pound! (2011) de Guillermo Núñez; El maletín (Cuatro americanos muertos por Pinochet) (2004) de Iván Navarro y Huichipirichi proyect (masturbador teórico-conceptual) (2007) de Rodrigo Piracés, hechas de objetos reproducidos, acumulados o ensamblados, que cobran un nuevo significado al estar en el contexto del arte.
De esta manera, la exposición «¿Simplemente Cosas?» reúne trabajos que abarcan desde la tradicional naturaleza muerta, que se cultiva en la pintura hace siglos; hasta todo tipo de apropiaciones, ensamblados y acumulaciones de objetos prexistentes, que las vanguardias y neovanguardias convirtieron en un recurso más de expresión artística. Ya sea representando o presentando las cosas que nos rodean, son un descubrimiento en la mirada de los artistas chilenos, que el Museo presenta para invitar al público a ver.
Además de esta exposición, Santiago de Chile ofrece una amplia oferta de actividades culturales y de ocio. Puedes ver algunas de ellas en este enlace y reservarlas de forma fácil.